En estos días, a raíz de haber estado haciendo una investigación profunda relacionada con la energía de depredación de la vida, que lleva a la muerte, que surge de la combinación, de la asociación indebida, como le llamo yo, entre el masculino y el femenino desviado que no le ha dado contención ni guía, hemos llegado a concienciar todo este desvarío que tanto daño ha hecho a la Creación Original de la Divina Madre Creadora, Creación que guarda el Misterio de la Vida.
Tanto para Igneón como para mí ha sido un verdadero placer ser aún más conscientes de lo que amamos la vida y de cómo la custodiamos, de todo corazón y con pleno compromiso desde la unidad indivisible que ambos conformamos, al haber alcanzado la Unidad de Corazones que nos lleva a realizar la danza de la armonía de los opuestos, siempre fundiéndonos cada uno en esa Fuente, en ese Corazón Viviente que es el Corazón Sintiente de la Madre Divina que nos da la Sabia Guía a ambos para andar por la Vida honrando el Útero Sagrado que ella representa en cada respiración, acto, pensamiento y sentimiento que tenemos.
Hemos sabido que esta energía de depredación se ha ‘engullido’ la vida maravillosa de varios mundos, entre ellos el maravilloso Planeta Deva del que tenemos a varios de sus miembros en sanación. Ahora venía directo a engullir la vida de nuestra Gaia, porque como nos dijo la Madre Divina, está llamado a ser la ‘Joya de la Biodiversidad de la Vida’.
Así que, una vez más, me levanté, consciente del Misterio Sagrado de la Vida que porto en mi Útero Sagrado, como mujer despierta que soy y muy a pesar de Lilith, la Custodia de la Sabiduría Femenina Oculta, emití el siguiente decreto:
Madre Divina: Hija, amada hija, cuánta alegría en este día, en que tantas cadenas se han roto y el orden comienza a restablecerse plenamente en la restauración del humano con la naturaleza, de la sabiduría con la naturaleza, del femenino con el masculino.
Madre Divina: Así es, hija, así es.
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